miércoles, 30 de abril de 2008


El caballo celoso
Javier Villafañe
Buenos Aires, Ediciones Colihue, 1994. Colección Libros del malabarista. (Desde los 5 años.)
"La mayor parte de los personajes de El Caballo Celoso viven todavía. A veces me encuentro con algunos de ellos. Cuando voy a La Plata y camino por la plaza Moreno me detengo frente a la Catedral y la Intendencia y veo al titiritero armando el retablo de títeres. Al Sapo Abuelo lo encontré al pie del mismo palo borracho. Vi al Mamboretá pero pudo haber sido un hermano del Mamboretá. Con la Bruja nos saludamos en Roma en la plaza del Vaticano. A Lucrecia la visité hace un par de meses en su casa de Mérida —Venezuela—. Pinta y dibuja rodeada de hijos y nietos. Del Caballo Celoso no tengo noticias desde el día que se fue del cuento, volando, dejando el corazón en la tierra.
Yo, bien. Escribo y hago títeres. Vivo en el barrio de Almagro y el próximo 24 de junio cumplo 83 años.
Buenos Aires, abril de 1992."
("Carta a los chicos" por Javier Villafañe, incluida en el libro.)

El caballo y la niña (Germán Zapana)


El caballo, triste angustiado y en soledad decide volver al campo pensando que la niña no lo quería. La niña decide ir a buscar al caballo pero no tenia la más pálida idea de donde vivía entonces empieza a caminar por el camino que el caballo hacía cuando venía a visitarla. Luego de una larga caminata se encuentra con cinco senderos, claro ella no sabia por cual de los cinco estaba la casa de caballo entonces decide ir por el segundo a unos pasos nomás se encuentra con un campesino y le pregunta si conocía la casa de caballo y el le responde que no en ese momento se da cuenta de que ella esta perdida . Mientras tanto caballo estaba jugando carreras con sus amigos de pronto escucha a una niña llorando el sorprendido sale en busca de la niña cuando la encuentra se da cuenta de era la niña de la cual el estaba enamorado ella le dice que lo quiere que lo quiere desde el primer día en que lo vio el caballo cuando va a tocarla la niña se desvanece en el aire dejando una fragancia única su voz y su corazón ya no palpitando. Desesperado caballo galopa rápidamente hasta la casa de la niña y resulta que la casa ni el palo borracho de la esquina estaban solo los animales que ella cuidaba caballo les pregunta que pasó con la niña y ellos le responden que ella ya no estaba